La religión católica forma parte de nuestra sociedad. Sin embargo, es probable que, relacionado con una visión peyorativa que tiene la juventud de la misma, cada vez se esté convirtiendo en un ente ambiguo y amorfo para esta, totalmente descontextualizado.
No podemos, sin embargo, olvidar lo que supone el cristianismo para la Historia de Occidente. Como decían en mi pueblo, «todos tenemos un pasado». Y como historiador digo que no debemos olvidar, pero tampoco juzgar. Aunque es imprescindible que, cada vez, se tenga en cuenta por su contexto y no por la impresión, en ocasiones errónea, que nos provoca.
Es, entonces, cuando nuevas formas de interpretar el pasado y la cultura cristiana surgen con una cara renovada y adaptada a sus tiempos. En esta ocasión, no hablamos de una bula papal, sino de un videojuego que tergiversa y retuerce la festividad de la Semana Santa hasta puntos insospechados.
La Semana Santa más «dark» de la historia
Blasphemous (2019) es un juego de género metroidvania realizado por el estudio español The Game Kitchen y cuya publicación corrió de la mano de Team17. La idea que tenía el estudio español al realizar este juego era la de coger el folklore sevillano y plantear un juego a lo mismo que hacen los japoneses con su cultura.
En palabras de Andrés de The Game Kitchen para la Gamepolis de 2018:
«Esto empieza con una primera idea en la que se fusiona un nazareno con un samurai (…) y a partir de ahí empezamos a tirar del hilo y pensamos: Pues, ¿si los japoneses pueden usar su folklore, por qué no nosotros que somos todos, o por lo menos el núcleo, de Sevilla? ¿Por qué no podemos hacer lo mismo con el folkore sevillano?»
https://www.youtube.com/watch?v=wd9NCAf0n6c
Este proyecto, que nació como un kickstarter, coge básicamente los conceptos del folklore sevillano, con una presencia muy fuerte de la Semana Santa, y le añade una narrativa basada en el archi-conocido Dark Souls de Hidetaka Miyazaki, pero con un aspecto pixel y un plataformeo que nos recuerda a los primeros juegos de la saga Metroid y Castlevania.
Este juego con estética entre lo gótico y lo barroco destaca precisamente por el uso de elementos artísticos reales que reflejan la memoria cultural de la Semana Santa.
Según Marita Sunken, académica y crítica estadounidense, este concepto sirve «para definir la memoria que se comparte fuera de las vías del discurso formal pero que está enredada en los productos culturales e imbuida de significado cultural» (Sunken, 1997).
La memoria cultural en la estética de Blasphemous
Desde Alonso Cano a Murillo, pasando por la etapa barroca de Goya, muchos de estos artistas y sus obras impregnan el juego de maneras muy diversas. O muchas veces, de una manera tergiversada para contribuir al tono general de la obra.
Al fin y al cabo, aunque la estética castillesca pueda confundirse con el románico (como el claustro del convento del nivel helado) o el gótico, lo más relevante es la memoria estética que produce el arte barroco. En concreto, estaríamos hablando de la imagineria barroca española y la pintura barroca (aunque no sea lo único).
El juego empieza con una imágen bastante significativa en la que una mujer plañidera le pide al Padre (la representación de Dios dentro del juego) que obre un milagro y cree un arma para expiar los pecados del mundo.
Esto da como resultado la espada de nombre Mea Culpa, expresión cuyo origen se remite a la manera en la que se expresaba ante Dios los defectos y pecados cometidos. Pero no solo eso, sino que además, la estatua que deja la mujer tras su muerte nos recuerda al Éxtasis de Santa Teresa de Bernini.
No obstante, esta no es la única muestra de arte italiano en Blasphemous, ya que podemos encontrar al Baldaquino del Vaticano o la Piedad de Miguel Ángel (que sirve de base para el boss Ten piedad, aunque no sea de época barroca. ¿Es una autoreferencia el nombre o busca hacernos grotesca una de las imágenes más conocidas de la cristiandad?).
Memoria de la Semana Santa en Blasphemous
La elección de un protagonista mudo es un clásico de los videojuegos. Y esta vez no iba a ser menos. Nuestro protagonista es un penitente (de ahí su capirote metálico a modo de casco) de la Hermandad del Lamento Mudo.
Las festividades españolas de la Semana Santa, que se celebran entre la última semana de Marzo y principios de Abril dependiendo del año, las realizan las distintas hermandades para conmemorar de manera anual la Pasión de Cristo.
Pero, ¿qué son las hermandades? Esta organización socio-política de origen medieval va a ir adquiriendo con el paso de los siglos un papel religioso. Estas organizaciones fraternales de apoyo mutuo que conocemos como hermandades servían para agrupar distintos gremios o grupos sociales para contribuir a la solidaridad y la cohesión de la sociedad.
Dentro de una tradición, que aparece con el cambio de la mentalidad y el culto a las imágenes, a partir del Concilio de Trento (1545-1563), la escultura barroca española dará como resultado las imágenes para pasos procesionales, que se conoce como imaginería barroca. Aquí podemos ver cómo se representa dentro del juego
No obstante, estas no son las únicas hermandades que nos vamos a encontrar dentro del juego. En sí es necesario que existan para entender que, del mismo modo que cada penitente vive la Semana Santa de manera particular e individualizada, existen otras penitencias que nos sirven para que la elección de un protagonista mudo no sea algo casual y tenga un significado más íntimo.
Penitentes en Blasphemous
La primera hermandad que nos encontramos es la Hermandad de los Besadores de Llagas. Estos penitentes cumplen una simple aunque peculiar penitencia de cuidar a los heridos y curarlos sin posibilidad de ver la luz del Sol.
Su única labor es besar las llagas para que se curen, lo cual nos recuerda a dos sucesos que bailan entre lo bíblico y lo histórico (aunque a ritmo de saeta): las llagas de Cristo durante la Crucifixión de las cuales te habla hasta el Papa Francisco (discurso Semana Santa 2014) y el culto de las 5 llagas de Cristo que popularizó San Francisco de Asís (creador de la Orden Franciscana).
A continuación, en el descenso a Jondo (nombre que recuerda al Cante Jondo o «Canción Profunda» de la música popular andaluza), nos encontramos a Redento, un penitente de nombre latino (como muchas otras ubicaciones y personajes del juego) que representa la «redención» del personaje.
Redento pertenece a la Orden de los Genuflectores, es decir, aquellos que caminan encorvados y con las rodillas flexionadas. Que su penitencia se encuentre en el camino (aunque sea en esta particular forma) nos recuerda a la peregrinación medieval como forma expiatoria de pecados.
De hecho, Redento está viajando para encontrar la escultura del fundador de su Orden, que se encuentra en Madre de Madres. Tanto por sus vestimentas, bastante pobres, como por esta actitud promovida en la Edad Media por las Órdenes Mendicantes es bastante probable que el personaje imita a un franciscano, cuyos conventos son bastante abundantes en Sevilla (de donde es el equipo desarrollador de Blasphemous).
Especial mención requiere un personaje bastante importante para comprender la narrativa de Blasphemous: Deogracias. Este escriba hace la labor de un cronista al querer relatar todas las «gracias» provocadas por el Milagro en la tierra de Cvstodia.
En primera persona, guiará a nuestro personaje en especial penitencia impidiendo el movimiento de su propio cuerpo con fuertes cuerdas y un curioso capirote verde, que nos remite al Jueves Santo y del Día de Pascua.
Su nombre es una deformación de la expresión latina para terminar la liturgia «deo gratias», con la cual se daba «gracias a Dios» por el servicio recibido; cuyo origen deriva del texto de la Vulgata de 1 Corintios 15:57 y 2 Corintios 2:14.
Muchas y muy significativas son las penitencias que podemos encontrar en el juego para contextualizar la importancia de la religión católica y la expiación en el castigo propio.
A pesar de esta afirmación, es muy probable que el juego tenga una particular manera de afrontar las herejías y la maldad del mundo, siempre que sea obra de Dios.
El origen de la religión en Blasphemous
El videojuego hace una propuesta alternativa y grotesca a la Semana Santa, que es una festividad que solo se celebra en la religión católica, aunque solo en España y algunas partes de Latinoamérica como Perú.
El mundo está expuesto a una voluntad divina, misteriosa e informe, por igual piadosa y cruel, y del todo insondable. Esta se manifiesta fruto de la culpa, el arrepentimiento, el duelo o cualquiera de los dolores que sofocan el alma humana. A esto se le conoce como el Milagro o Milagro doloroso.
El primer milagro sucedió un día cualquiera. El primer penitente fue bendecido y maldecido por partes iguales. Un joven pidió a los cielos el ser castigado, aunque no sabemos por qué, igual para redimirse a sí mismo o al mundo (¿Jesucristo?).
Solo buscaba dolor para aliviar así la gran culpa que cargaba. Colocó un fuerte tronco de madera, en el cual se apostó y rezó incesantemente. El Milagro le respondió: le crecieron raíces de sus brazos y piernas que lo retorcieron pero ningún lamento salió de su boca. Se convirtió en un mesías para los habitantes de Cvstodia.
Fruto del dolor que le provocó el Milagro doloroso, murió. Años más tarde, del lugar en el que había muerto, brotó un árbol trino al cual se conoció como Nudo de las Tres Palabras.
La simbología del número 3 (y sus múltiplos) en el cristianismo es bastante recurrente: 3 son el Padre, el hijo y el Espíritu Santo, la llamada Santísima Trinidad. Pero en este caso, se debe a que tiene 3 troncos anudados y 3 son las únicas palabras pronunciadas por el joven antes de morir: Mi Gran Culpa.
De este árbol trino, cada año brota un extraño líquido ardiente del color del oro (metal relacionado desde antaño con la divinidad). Así sabemos que el milagro es misterioso, sí, pero que también se manifiesta de manera caprichosa y cruel.
Alrededor de esta figura se crea toda una religión, con una estructura intrínsecamente similar a la de la curia católica romana, a la cabeza de la cual se encuentra el Sumo Pontífice Escribar. Este se sentaba en su trono áureo al cual le dio la vuelta para así darle la espalda al mundo.
¿Cuál sería la rama del cristianismo más afín al juego?
En torno a este acto, no solo surge su propio milagro que lo acabó convirtiendo en otro árbol (esta vez marchito y árido), que ardió hasta ser consumido todo salvo su trono dejando una montaña de cenizas, sino que es nos enseña una faceta de Dios que parece ya relegada por algunos al Antiguo Testamento.
En la Biblia se citan un total de 22 árboles, si contamos también el tamarisco mencionado en el Corán. Pero seguramente todos pensemos en el árbol del Jardín del Eden, el cual fue un regalo de Dios al Hombre del mismo modo que el Milagro otorga gracias a los habitantes de Cvstodia.
También, se enfrentan dos concepciones de Dios a la vez: en el Antiguo Testamento, parece que Dios intercede directa o indirectamente sobre el pueblo elegido y sus enemigos, como juez, jurado y verdugo; en el Nuevo Testamento, sin embargo, Dios se nos muestra a través de Cristo y el mandamiento del amor.
Volviendo con el juego, en Madre de Madres se genera una montaña de cenizas con un trono en la cima. Todo aquel que intenta hacerse con el poder, simbolizado a través del trono, es consumido y sepultado por la montaña de cenizas. Posiblemente sea una alegoría del trono de Dios.
Pero, pronto, de esas cenizas culminadas por el trono, conocido como la Cuna de la Aflicción, resurgieron monstruos y se oyó un fuerte rugido gutural que provenía de Escribar, resucitado en una gigantesca y monstruosa pero ominosa forma, siendo ahora conocido como El último hijo del Milagro.
De todo esto podemos sacar una conclusión, el Dios de Cvstodia no es vengativo (como el Dios del cristianismo y del judaismo en el A.T.) ni nunca ha intentado ser amoroso ni compasivo. Solo busca una cosa, que se adore al milagro sin intentar alcanzar su comprensión, porque su sabiduría es absoluta.
Por lo tanto, de entre todas las ramificaciones que ha dado el cristianismo en su larga historia de ya dos milenios de antigüedad, se basaría en la doctrina católica y apostólica romana. La deidad de Cvstodia es omnipotente y omnipresente, es el Alfa y el Omega, porque lo es todo.
Conclusiones
El juego está plagado de múltiples menciones a lugares tan emblemáticos de Andalucía como la Catedral de Sevilla (a través del escenario de Madre de Madres), la Basílica-Mezquita de Córdoba (en el Nudo de las Tres Palabras) o los Baños de María Padilla en el Alcázar de Sevilla (convertidos aquí en un aljibe conocido como el Aljibe Profanado).
Por ello, resulta una buena herramienta para concienciar al jugador con el patrimonio. Si es español, es muy probable que estos detalles le fascinen y quiera conocer más sobre ellos. Pero si es extranjero, le servirá de acercamiento a la cultura andaluza.
¿Por qué decir andaluza y no española cuando hay menciones a obras de arte como las Meninas o bastantes menciones a los toros? Pues bien, desde el siglo XIX, España ha sido identificada por muchos viajeros por su parte oriental, es decir, Andalucía (y, más en concreto, por Córdoba, Sevilla y Granada).
No obstante, es bien conocido que España tiene una gran riqueza cultural que convierte este tópico, tan hilarante como identificar a Francia con las baguettes, las boinas y la Torre Eifel, en una falacia demostrable. Sobre todo, si comparamos lo distinta que es la cultura andaluza con la valenciana o la gallega.
El nexo en común del juego para aglutinar toda la cultura, tanto española como andaluza, es el que ha sido el vehículo social y cultural más arraigado en las sociedades occidentales (y, en concreto, en España), la religión católica.
Bibliografía
- GUASCH FERRER, A. M.; ONIANS, J. (2008). Atlas del arte. Barcelona: Blume.
- IGN España: https://www.youtube.com/watch?v=wd9NCAf0n6c (consultado el 25/08/2020).
- PEÑA GÓMEZ, M. P. (2006). Manual básico de historia del arte. Cáceres: Universidad de Extremadura.
- Vandal: https://vandal.elespanol.com/noticia/1350726909/the-game-kitchen-muestra-la-inspiracion-de-los-personajes-de-blasphemous/ (consultado el 25/08/2020).
- VENEGAS, Alberto. La memoria estética de Blasphemous. Revista Presura. 2019.