Un ejército para el siglo XX
Durante los primeros meses de la Revolución de Octubre, los bolcheviques implementaron una exitosa revolución que destacaría sobre cualquier otra que ha habido a lo largo de la historia por la precisión militar y unidad orgánica de la estructura comunista que acabó derivando en la toma del poder, la abdicación del zar, el estado bicéfalo del gobierno provisional junto al Soviet de Lenin. Los bolcheviques mostraron que, ante la caótica revolución de febrero, ellos eran los garantes de la estabilidad del nuevo orden de Rusia.
Al poco tiempo de acabar la Gran Guerra, el antiguo Imperio Ruso parecía venirse abajo con una Guerra Civil que muchos consideraron como el principio del Apocalipsis, y donde Lenin tuvo que unir diferentes estrategias para organizar con Trostky las tropas de choque del nuevo estado socialista, un compendió de antiguos soldados de la Gran Guerra y de trabajadores armados que junto con los marineros rusos debían enfrentarse al poderío militar de la Rusia Blanca, y sus aliados exteriores, de los que se contaban Gran Bretaña, Polonia, y hasta Estados Unidos.
Para ayudar a sus aliados del Ejército Blanco, Reino Unido invadió Murmansk. Movimientos separatistas surgieron en todos los confines del Imperio, a la vez que Letonia, Estonia, Lituania o Ucrania eran apoyadas por antiguas tropas alemanas que actuaban como mercenarios. A todo ello se sumó que el nuevo Estado polaco buscaba extender sus dominios a consta de Rusia, y, por si fuera poco, en Siberia, tropas japonesas, checas y estadounidenses tomaron casi toda la región desde Vladivostok cortando el suministro de ferrocarril.
La Guerra Civil Rusa (1918-1921) fue un desafío sin precedente para el nuevo Estado Bolchevique. La mayoría de las divisiones rojas llegaron a estar durante la guerra en hasta cinco frentes distintos, y esto permitió ganar experiencia que sirvió para la profesionalización de un ejército que dispuso de reservas estratégicas y nuevas unidades que debían combatir en terrenos extensos donde una guerra de trincheras era impensable, por lo que debía primer el embolsamiento y la movilidad de tropas mecanizadas y caballería.
A diferencia del resto de Europa, donde primó la guerra estática durante la Gran Guerra, los rusos aprendieron las ventajas de la guerra móvil, por causas del extenso terreno de su propio país, donde era difícil encontrar extensas líneas defensivas, al mismo tiempo que se integraban unidades que buscaban eliminar rápidamente al enemigo con un golpe de gracia.
En 1921, cuando las últimas tropas blancas capitularon, el estado bolchevique, que pronto se convertiría en la poderosa Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, contaba ya con la primera generación de militares que habían desarrollado una forma única de hacer la guerra, y que sería el comienzo de la guerra móvil. Las maniobras realizadas en la Guerra Civil necesitaban de una fuerza ofensiva muy fuerte donde se desplegaban blindados, vehículos, camines, trenes blindados y caballería, para crear una consistente doctrina de movilidad y maniobrabilidad que formarían las nuevas unidades mecanizadas de la nueva guerra del futuro.
La Unión Soviética, una tierra de genios militares
El Ejército Rojo fue constituido por Trostky, pero éste no tuvo ninguna esperanza de mantenerse por la deficiente economía del Capitalismo de Estado del periodo de Lenin. El verdadero artífice del poderío militar soviético es Stalin. Pero vamos a ir por partes.
Hemos hablado de que la caballería en la Guerra Civil Rusa tuvo un rol importantísimo para las maniobras y que dio lugar a un renacimiento del arte de la caballería. En la Guerra ruso-polaca, los polacos ante una situación desesperada lograron ganar la batalla gracias a la brillante actuación de su caballería, que casi parecía una recreación de la Batalla de Viena cuando las tropas otomanas eran destrozadas por los húsares alados polacos.
El inesperado ataque polaco que propicio la victoria dio un toque de atención a dos de los hombres más importantes del siglo XX, que lideraban el ejército rojo durante el ataque del Vístula. Tujachevsky, el mariscal soviético que sería conocido por ser el padre de la Guerra en Profundidad, y el entonces poco conocido, Iósif Stalin, futuro secretario de la URSS.
A la llegada de Stalin al poder en 1922, los escasos fondos soviéticos para mantener el Ejército Rojo parecían propiciar la caída militar de la nueva URSS. La mayoría de las divisiones de las guerras anteriores, disminuyeron considerablemente, mientras que la mayoría de las tropas de frontera estaban compuestas por reservistas y soldados de dudable experiencia.
El Ejército Rojo pasó a formar como una milicia y soldados regulares terriblemente mal equipados. Sin embargo, en la parte teórica, se dio todo un apogeo de grandes intelectuales del arte de la guerra como Tujachevsky, y Triandafillov, que desarrollarían soluciones al fracaso soviético en la guerra contra Polonia.
Tujachevsky disminuyó los grandes números del Ejército Rojo para lograr su maniobrabilidad en combate. Demandaba formaciones mecanizadas grandes para penetrar las líneas enemigas y efectuar una explotación rápida que comprometiera la retaguardia enemiga. La esencia de su doctrina conllevaba a un duro golpe con la existencia de operaciones simultáneas en varios puntos, y que las unidades, cuidadosamente organizadas, se introdujesen en las heridas producidas para provocar el colapso de la línea enemiga.
Mucho antes de que se crearan las unidades Panzer en Alemania, la URSS ya contaba en 1932 con los dos primeros cuerpos mecanizados de su ejército. Años después la URSS volvía a adelantarse a Alemania con la creación de cuerpos de paracaidistas, unidades de élite compuestas por los comunistas más leales al régimen que habían aprendido a saltar desde un avión cuando eran muy jóvenes, mientras militaban en las Juventudes Leninistas.
En junio de 1938, con la creciente amenaza alemana, los soviéticos reformaron su ejército eliminando el sistema de cuadro territorial mixto por el de un ejército regular, movilizando a 1,5 millones de soldados de forma permanente en sus fronteras. Para 1939 al estallar la guerra, la URSS ya contaba con 4,5 millones de soldados: 161 divisiones de fusileros, y para 1941 en Barbarrosa, ya contaban con 196 divisiones. Una auténtica locura de números.
Las Purgas de Stalin y sus efectos reales
A mediados de la década de 1930, la Unión Soviética lideraba la producción, planificación, la industria y el despliegue de fuerzas mecanizadas, más grande del mundo. El despliegue tan espectacular de fuerzas, recursos y la mejora del nivel de vida del ciudadano soviético, dejaba claro el triunfo de los planes quinquenales de Stalin. Mientras Hitler en 1938 y 1939, usó el miedo a los Panzer como un farol internacional para ganar territorios, el poderío mecanizado soviético era algo más real.
Sin embargo, el conductor de tanque soviético apenas tenía experiencia en conducirlo, la mayoría de blindados tenían poco blindaje, las comunicaciones por radio aún no estaban implementadas y se descuidó la planificación y entrenamiento de las divisiones mecanizadas.
Entre 1936 y 1938, sucedió uno de los eventos más polémicos del periodo soviético, la Gran Purga enfocada al ejército. No entraremos en detalles en este artículo si fue lo correcto o un tremendo error, si con ello se hubiera evitado un golpe de estado. Aquí hablaremos de las causas reales y el mito de que la Gran Purga afectó al rendimiento del ejército.
La Gran Purga eliminó a 5 mariscales (60%), 15 oficiales de primer y segundo rango (86%), 57 comandantes de cuerpo (88%), 186 comandantes de división (83%) y 397 comandantes de brigada (55%). En 1938, la URSS perdió un 34% de sus oficiales, y en 1941, las purgas acabaron con un 14%. ¿Realmente afectó la purga al rendimiento de sus divisiones?
Según menciona Alexandre Bria en uno de sus vídeos, la Educación Básica de los cadetes fue escasa en los años 20, ya que el 81,6 % de los cadetes aprendía la educación básica, sin mencionar a los soldados, que tenían la misma formación que sus oficiales. A diferencia de la URSS, los estándares de educación obligatoria en Alemania eran excelentes, ya que aparte de educación obligatoria, la mayoría había cursado en cursos superiores de estudio.
En la URSS, sólo un 7,1 % de oficiales optaron por la Educación Militar Superior; el 55% por cursos intermedios; el 24,6 % por cursos de corto periodo; y por último, un 12,4% no había estudiado. Semión Timoshenko, era consciente de que la mayoría de oficiales soviéticos no tenían el entrenamiento militar necesario y no eran capaces de organizar a sus subordinados, perjudicando las acciones de los soldados.
De los mariscales, fueron purgados el propio Tujachevsky (con estudios militares superiores), Blucher (sin apenas estudios) por poner dos ejemplos. Si bien se piensa que las purgas afectaron al rendimiento de las tropas por falta de oficiales capaces, esto es falso. Realmente las purgas afectaron tanto a buenos como malos oficiales. La URSS puede que tuviera el mejor ejército de la época, pero no contaba con buenos oficiales para sacarle el máximo partido.
Es por ello que las bajas de 1939, 1940 y 1941, se debieran a los oficiales poco capaces que al rendimiento de sus tropas. La Gran Purga frenó los avances de la Guerra de Profundidad, es correcto, pero no tanto como se piensa. El propio Stalin, puso a prueba a los nuevos oficiales en Polonia, donde pudo evaluar la situación, y conocer quiénes eran pésimos y quienes buenos, por ejemplo, Chuikov, que demostró ser un oficial realmente competente.
Si algo nos enseña este análisis, es que la victoria pasa primero por la escolarización. Alemania tuvo un limitado ejército, y donde los oficiales estaban muy limitados, optaron por formarse en estudios militares, que les brindasen una rápida militarización. En cambio, la URSS tuvo un ejército nacido de una guerra, sin limites de expansión, y que por ello, acabó desembocando en el ascenso de oficiales para ocupar las nuevas divisiones creadas, creando un problema de organización que se reflejaría a comienzos de la guerra.
La bajada de calidad del Ejército Rojo
Si hablamos de que la educación fue un problema real en el Ejército Rojo, las purgas provocaron un efecto dual. La falta de oficiales provocó que se ascendiesen más rápido, se promocionaron a oficiales sin experiencia a ocupar puestos de mando superior, mientras que futuras promesas también se catapultaron a grandes puestos, el miedo a la persecución les obligó a ser cautos y a no cuestionar el manual.
Como el concepto de Guerra de Profundidad estaba asociado a Tujachevsky, se enterró por el Alto Mando, y algunos de sus escritos se destruyeron, por lo que muchos historiadores relacionan esto a otro síntoma de decadencia al desarrollo militar soviético. Una vez más, esto se ha exagerado demasiado. La muerte de Tujachevsky no supuso un freno a la Guerra de Profundidad, no afecto al rendimiento de operaciones ofensivas ni empeoró la calidad del Ejército Rojo.
En realidad, fue la Guerra Civil Española la que causó un retraso los avances de la Guerra de Profundidad con Tujachevsky vivo aún. En un ensayo donde se proporcionó a la República Española grandes cantidades de armamento y un buen número de tanques T-26, se consiguieron ciertos resultados agridulces.
Lo positivo de los ataques blindados era su potencia de fuego y su movilidad contra los objetivos franquistas, sin embargo, los conductores rusos no tenían apenas conocimiento del terreno y acababan perdidos en la refriega, es por eso que tenemos una gran cantidad de mapas de España escritos en ruso.
Además, la falta de blindaje los hacían un blanco fácil para la infantería, y los soldados españoles no sabían coordinarse con ellos, por lo que fue un auténtico fracaso. Fueron los alemanes los que supieron asesorar mejor a los franquistas y por ello los tanques del Bando Sublevado se manejaron mucho mejor.
Los soviéticos concluyeron que sus ensayos en España habían dado resultados muy negativos, y que las nuevas formaciones mecanizadas eran demasiado torpes y grandes para poder ser controladas. Averiguaron que las unidades blindadas no podían atacar independientemente y que debían ser integradas junto a la infantería.
A pesar que para mucha gente esto fue un retroceso en el avance soviético de los mecanizados, opino que hay datos que muestran lo contrario. Los soviéticos antes que los alemanes en 1939, y que los franceses en 1940, habían descubierto que la mejor forma de sacar partido a los blindados era combinarlos con infantería y artillería, lo que acabaría desembocando en la Operación en Profundidad, que en 1944 destruyó al ejército más potente de Europa, el Grupo Centro Alemán de la Werhmatch.
Resultados en combates reales. Batallas con fuego real 1938-1940
Con la guerra a punto de empezar, Stalin contaba bajo su mando una fuerza de 170 divisiones de fusileros, 3 divisiones motorizadas, 10 divisiones mecanizadas, 16 divisiones de fusileros de montaña y 141 divisiones de fusileros apoyados en 36 brigadas de tanques. Este planteamiento muestra un claro retroceso de la estructura soviética a tiempos antes de 1936.
Se piensa que la efectividad del Ejército Rojo del Lejano Oriente y Siberia fue por sus escasas repercusiones con las Purgas al estar lejos de Moscú. Esto tampoco es cierto, sufrieron también el efecto de las Purgas, pero de forma más tardía y limitada. Stalin estaba preocupado con la creciente amenaza del Imperio Japonés en Asia. La Invasión de Manchuria en 1931 y la Segunda Guerra Sino-japonesa de 1937.
Stalin reforzó al Frente Unido Chino con armamento y asesores como lo hizo con la Segunda República en el 36. En dicha guerra, el propio Zhukov estuvo asesorando a militares chinos en la lucha contra los japoneses, sirviéndose de experiencia para saber cómo combatirlos.
Las tensiones entre Japón y la URSS acabaron en un combate de pequeña escala en el Lago Jasán en 1938 en un radio de 112 kilómetros al suroeste de Vladivostok. Los soviéticos se impusieron con un total de 4.239 bajas, demasiado altas, mientras que los japoneses sufrieron 3.150 bajas.
Este no sería el último conflicto, ya que el Imperio Japonés, con unas políticas internacionales de lo más agresivas, tuvieron otro enfrentamiento fronterizo en 1939, la Batalla de Kalinin Gol entre Mongolia (satélite de la URSS), con Manchukuo (satélite de Japón). La ubicación de Nomonhan, era una zona apta para el pasto de los caballos mongoles, por cuando la caballería mongola había usado esa zona para pastar, los japoneses lo consideraron una provocación e invadieron el territorio.
Zhukov contaba con 57.000 hombres, 498 tanques y 385 vehículos blindados, además de contar con una fuerza aérea compuesta por veteranos de la Guerra Civil Española. A diferencia de Lago Jasán, los soviéticos mostraron una efectiva coordinación de unidades, que consiguieron flanquear y envolver a las tropas japonesas, quedando atrapadas y destruidas por el fuego soviético.
Alekseenko y Potapov, en cada flanco, supieron rodear y cortar la retirada a la IJA. El Ejército Imperial sufrió un total de 23.000 bajas, mientras que los soviéticos aumentaban a 25.600. El gran número de bajas soviéticas probablemente fuera por la gran tenacidad defensiva de los acorralados japoneses. Sin embargo, la Batalla de Kalinin Gol demostró que la teoría y estructura de la Guerra en Profundidad era fiable.
No podíamos acabar sin mencionar la Guerra de Invierno en 1939-1940, donde el Ejército Rojo sufría muchas bajas. Aquí vemos un problema complejo, ya que en todos sus conflictos, la URSS sufría muchas más bajas de las previsibles. Esto daría para otro artículo, aunque haré un pequeño análisis con lo visto en Finlandia.
Si bien, las purgas de Stalin no fueron un factor importante en el fracaso de la Guerra de Invierno, como he explicado antes. La URSS invadió el país en pleno invierno, con todo lo que conllevaba. La Línea Mannerheim, la falta de carreteras, las continuas heladas, y el problema de la nieve, provocó que el avance soviético fuera lento, torpe, no pudiera usar sus efectivos correctamente, mientras que los finlandeses, aprovecharon esto a su favor, para que pequeñas escaramuzas de guerra no convencional provocaran multitud de bajas.
Conclusiones
El retroceso en cuanto a la Guerra de Profundidad en la segunda mitad de la década de los 30 es evidente. Si bien la URSS estuvo en la cima de los avances teóricos de la guerra moderna y con un ejército muy maniobrable, los distintos ensayos y las persecuciones afectaron en menor o mayor medida.
En 1939 la URSS no estaba preparada para un conflicto directo con Alemania, no sólo por su Ejército, sino por la falta de alianzas diplomáticas, por lo que Stalin buscó un Pacto de No Agresión con Hitler para ganar tiempo. El Ejército Rojo no estaba correctamente planificado, y el problema de los oficiales acabó pasando factura en la Operación Barbarrosa, cuando la mayoría de ellos, cuando la situación era complicada, escogía la opción de una retirada sin planificar que comprometía no sólo a sus hombres, sino el frente entero.
En 1942, Stalin supo ceder las competencias a sus mariscales, e intentó paliar los errores del pasado. A pesar de las pérdidas que sufrieron en la invasión alemana de 1941, los soviéticos aprendieron de sus errores, y supieron frenar el avance alemán en Moscú. En el 42, parte de los oficiales no se retiraban sin más, sino que lo hacían de forma ordenada para no quedar embolsados, y cuando había que hacer una defensa férrea, lo hacían, como hizo Chuikov en Stalingrado.
Bibliografía
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- Harrisson, Richard. «Caballería Roja», Desperta Ferro, Nº40.
- Rokossovski, K. K. (2000) «El deber de un soldado», Moscú, Golos.
- Savuskhin, R. A. (2006). «El desarrollo de las fuerzas blindadas soviéticas y del arte militar en el periodo de entreguerras», Moscú.
- Stanisław Ciechanowski, Jan. «Del Berézina a Varsovia. El avance soviético», Desperta Ferro, nº40.