La caída de Rommel
Tras su derrota contra el ejército británico en los campos de El-Alamein, Rommel y su Afrika Korps, desgastado y derrotado, marchaban hacia Libia con los ingleses pisándoles los talones. La situación era crítica, aunque en parte, el plan de Rommel de tomar Egipto era de por sí un plan descabellado sin ningún apéndice de realismo estratégico. Aunque hubieran ganado la contienda, los estadounidenses hubieran intervenido en Marruecos igualmente, y los alemanes se hubieran forzado a retroceder ante una guerra de dos frentes.
Los estadounidenses pusieron en marcha la Operación Torch, por presiones de la Unión Soviética de reabrir operaciones en Europa cuanto antes, y con objetivo a largo plazo de invadir Italia a comienzos del 43. Estados Unidos había preferido iniciar la Operación Sledgehammer para invadir Francia, pero fue vetado por Churchill que impuso una invasión en el Norte de África para liberar la presión en el Mediterráneo.
Las fuerzas francesas de Marruecos y Argelia cambiaron de bando en las primeras semanas tras unos intensos combates contra el ejército americano, provocando que toda el África Occidental de la Francia de Vichy quedara en manos de los Aliados. El Eje quedaba así rodeado en dos frentes, por el oeste el ejército estadounidense, y por el este el VIII Ejército Británico, que había logrado invadir Libia sin oposición.
Durante estos instantes de finales de 1942, sucedieron conversaciones con Hitler y el Alto Mando, donde el mariscal dejaba ver su cara más pesimista y derrotista. Hitler aún confía en aquel que era su amigo y capaz comandante, pero los otros mariscales alemanes, supieron ver antes que Hitler que Rommel no estaba ya capacitado para continuar con el mando de las fuerzas del Norte de África.
El propio Kesserling criticó duramente a Rommel la evacuación del XC Amerkorps de Walther Nehring en Tripolitania hasta Túnez, y de la rápida extensión de los británicos sobre Libia. Más optimista que Rommel, aseguró que se podía defender la zona y retrasar el avance aliado. Sin embargo, la decisión ya había sido tomada, y el Afrika Korps quedó atrapado en Túnez para presentar una batalla final, junto con un comandante que lejos de ser el hombre del Alamein, ahora lastraba un pesimismo con el devenir de los acontecimientos.
Batalla del Paso de Kasserine
Las lluvias torrenciales de noviembre de 1942, habían inundado las costas africanas y provocados problemas a los Aliados, al mismo tiempo que Montgomery dio una pausa a sus fuerzas para reabastecerse de combustible. Los británicos capturaron Paso de Halfaya, Sollum, Tobruk, Gazala, Mechili, Bengasi y Mersa El Brega. Rommel no estaba dispuesto a librar ninguna batalla, como si estuviera tirando la toalla. Además, la aviación estadounidense con sus B-17 y B-24, acosaban al ejército alemán constantemente. Llegando a su destino, alemanes e italianos tomaron Túnez en su totalidad en enero de 1943, y preparándose para una batalla contra un enemigo nunca antes visto: el US Army.
El 19 de febrero de 1943, Rommel empleó a su Grupo de Asalto desplazarse hacia el Paso de Kasserine, una brecha de 3.2 km de ancho de la Cordillera de Atlas al oeste de Túnez, donde se encontrarían al ejército estadounidense de Lloyd Fredendall del II Cuerpo de Ejército de Estados Unidos, la 6ª División Blindada Británica del Mayor General Charles Keghtley y el Primer Ejército Británico del Teniente General Kenneth Anderson. El recién creado Grupo de Ejércitos África o Heeresgruppe Afrika (1943) del antiguo Afrika Korps, disponía para la batalla de la 131º División Blindada Centauro del Regio Esercito Italiano del General Bergolo, junto a dos divisiones Panzer del 5º Ejército de Hans-Jürgen von Arnim.
El Heeresgruppe se había adelantado a los americanos aprovechando la escasa movilidad del ejército Aliado, haciendo lo que Rommel hacía mejor, pasar al contrataque. El I Ejército Italiano de Giovanni Messe expulsó al US Army del Paso del Faid, seguido de que las tropas alemanas lograran infligir una dura derrota a los americanos en Sidi Bou Said, costando la pérdida de 44 tanques y una captura de 2000 prisioneros.
El 15 de febrero, la mitológica Big Red One, que por entonces no gozaba de la popularidad y experiencia de los siguientes años, tuvo que retirarse con el apoyo de la 2ª División Blindada dejando atrás hasta 98 tanques con la embestida de los Panzer alemanes. Esta retirada provocó que el ejército estadounidense en el 16 de febrero estuviese expuesto en sus flancos, por lo que se tuvo que ceder todo el terreno al Eje, y el 16 de febrero, Rommel tomó Feriana, donde capturó hasta 22.000 litros de combustible.
El desastre estadounidense no había hecho más que empezar, pues la auténtica Batalla del Paso de Kasserine estaba en marcha con el avance del 10º División Panzer comandado por Giovanni Messe y su Ejército Italiano. Durante la batalla, se aniquiló casi en su totalidad al US Army dentro de la cadena montañosa. Pero aquella increíble victoria, no pudo aprovecharse por la inesperada actuación de cinco tanques Sherman, que detuvieron al grupo Panzer en la carretera de Thala del paso de Argelia. Este pequeño susto, provocó que Rommel perdiera el control de la situación y la cautela invadió su estrategia de combate.
Pensando que se trataba de una nueva vanguardia, el mariscal detuvo todo el avance, perdiendo la oportunidad de aniquilar al ejército estadounidense de un solo golpe. La realidad era que tan solo se trataba de una resistencia numantina imprevista, y probablemente si hubieran avanzado, los americanos hubieran caído en una derrota completa. El Alto Mando ordenó suspender toda marcha y abandonar Kasserine a los americanos para volver a sus posiciones defensivas en Túnez, esperando una ofensiva americana que nunca tuvo lugar, porque no existía. Cosas que ocurren cuando no se sabe predecir el devenir de los acontecimientos.
Acorralados en Túnez
Rommel dejó pasar una oportunidad para destruir el Ejército Estadounidense y así liberar la presión del occidente. Mucho se ha planteado si esta acción humana tuviera que ver con aquel pesimismo y desesperanza que había invadido los pensamientos del oficial alemán tras su derrota en el Alamein. Este punto sería criticado por el resto de los mariscales, pues Rommel quedaría atrapado en Túnez bajo posiciones defensivas, siendo rodeado por los americanos en el oeste y los británicos por el este. Hitler había ordenado hacer una resistencia total enviando nuevas unidades de repuesto.
El VIII Ejército Británico fracasó en su intento de ruptura de la Línea Mareth en el este, donde los italianos y los alemanes aprovecharon la llamada “Maginot africana”, otra de las muchas fortificaciones francesas construidas para combatir contra el Eje que durante la guerra se utilizaría al revés, es decir, usadas por los alemanes para combatir a los Aliados. Los británicos lanzaron un ataque de artillería el 19 de marzo de 1943 sobre Zarat, logrando romper la línea, pero siendo repelidos nuevamente por un contrataque milagroso de la 15ª División Panzer.
En el oeste, les tocó el turno a los americanos del II Cuerpo, dirigidos por el general George Patton, que se enfrentó a Rommel en la Batalla de Guettara. La Big Red One fue desalojada por el I Ejército Italiano y la 10º División Panzer. Los soldados estadounidenses salieron de sus puestos aterrorizados, pero Patton, con su increíble carisma y determinación para la movilización, logró acudir con todos sus tanques subido el mismo en uno de ellos y liderando la carga.
La embestida de los Sherman y Stuart de Patton lograron acabar con parte de las unidades Panzer, y con miedo de caer embolsados, los alemanes se retiraron, y así tuvo lugar la primera victoria militar estadounidense de la Segunda Guerra Mundial.
Patton logró capturar para Eisenhower todo el sur tunecino el 7 de abril, y ayudando así que, en el este, las posiciones de Giovanni Messe tuvieran que retroceder de la inexpugnable Línea Mareth dejando que el VIII Ejército de Montgomery la traspase. El 19 de abril de 1943, las tropas estadounidenses y británicas se encontraron junto al XIX Ejército Francés, rodeando al acorralado Heeresgruppe Afrika en un reducido terreno y lanzado la ofensiva final que acabaría con la guerra en África.
El final del Afrika Korps
Cuando no pudo retrasar lo inevitable, el Alto Mando Alemán quiso evacuar a Rommel de Túnez. Su huida fue todo un secreto, puesto que para Alemania seguía combatiendo fielmente en Túnez para detener el avance aliado. Quedó así al mando de los restos del Afrika Korps el comandante italiano Giovanni Messe, usado como cabeza de turco por el gobierno de Mussolini para presentar una resistencia final a modo de suicidio militar.
Messe había sido condecorado por el mando alemán con la Cruz de Caballero, siendo el único general italiano en conseguirlo debido a sus acciones deteniendo el avance aliado sobre Libia y en Túnez. Fue ascendido a Mariscal por Mussolini el 12 de mayo, como hizo Hitler con Paulus en Stalingrado. Messe con ayuda del general Hans Jurgen von Arnim para reorganizar sus defensas en el cerco. El 6 de mayo de 1943, Bizerta, el último puerto del Eje, fue capturado, obligando a Messe retroceder con su Afrika Korps hacia una línea comprendida entre la ciudad de Túnez y el Cabo de Bon. Los combatientes del KODAT, soldados árabes y musulmanes del Afrika Korps, realizaron una resistencia final en la ciudad de Túnez, logrando tiempo para que se evacuaran unas pocas tropas desde el mar.
Sin embargo, solo pudo escapar la División Paracaidista Alemana “Hermann Goering” hasta que el XIX Cuerpo Francés ocupó finalmente la capital. Lo que quedaba del Afrika Korps siguió combatiendo en el reducido terreno del Cabo de Bon, donde las divisiones 10ª y 90ª Ligera Panzer, provocaron serias bajas a los Aliados. En tan solo una semana, las fuerzas italo-germanas fueron totalmente aniquiladas. Cuando tan solo quedaba un minúsculo extremo nororiental del Cabo de Bon, Giovanni Messe oficializó la rendición incondicional del Afrika Korps a los Aliados para evitar más muertes.
Había pasado mucho tiempo desde que se formara aquella fuerza especial el 11 de enero de 1941, y que desapareció el 13 de mayo de 1943. Una fuerza expedicionaria que provocó serios problemas al ejército británico, capturando un inmenso territorio que casi equivalía al terreno ganado por la Werhmatcht en la URSS. Con el poder de la propaganda ejercida por ambos bandos, pasaría a la historia como una de las fuerzas de combate más famosas y mítica de la historia.
Fuerzas de combate del Afrika Korps (1941-1943)
- Ejército Alemán
- 10ª División Panzer
- 15ª División Panzer
- 21ª División Panzer
- 90ª División Ligera
- 334ª División de Infantería
- División Paracaidista “Ramcke”
- División Paracaidista “Hermann Goering”
- Ejército Italiano
- División Blindada “Ariete”
- División Blindada “Littorio”
- 101ª División Motorizada “Trieste”
- 102ª División Motorizada “Trento”
- 17ª División de Infantería “Pavia”
- 25ª División de Infantería “Bologna”
- 27ª División de Infantería “Brescia”
- 55ª División de Infantería “Savona”
- 60ª División de Infantería “Sabratha”
- División Paracaidista “Folgore”
- División de Milicias “Jóvenes Fascistas”
- Otros
- Legión Árabe
- K.O.D.A.T.
- Falange Africana
Bibliografía
- HASTINGS, Max (2009), La Guerra de Churchill, Editorial Crítica, Barcelona.
- JOWETT, Philip (2001), The Italian Army 1940-45: Africa 1940-43, Osprey, London.
- LIDDEL HART, B. H (1970), A History of the Second World War, Putnam, London.
- LÓPEZ, Jean; AUBIN, Nicolás; BERNARD, Vicent; GUILLERAT, Nicolás (2019), Historia visual de la segunda guerra mundial, Planeta, Madrid.
- MOREMAN, Tim (2007), Desert Rats: British 8th Army in North Africa 1941-43, Osprey, London.
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- ROMMEL, Erwin (1953), Memorias, Colins Publishers.
- WILLIAMSON, Gordon, (1991), Afrika Korps 1941-1943 (Elite), Osprey, London.
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