En medio de un año tan caótico y marcado por un cambio en el panorama geopolítico y económico a nivel internacional, Mikel Herrán (alias –o no tan alias- PutoMikel) publicó, en enero de 2022, con la Editorial Planeta el que es su primer libro, un ingenioso y sincero alegato a favor de una historia crítica y combativa. Desde el título hasta la bibliografía toda la obra grita a viva voz una palabra: personalidad.
Ficha técnica
- Título: La historia no es la que es: Es la que te cuentan
- Autor: Mikel Herrán
- Editorial: Planeta
- Año: 2022
- Género: Historia | Teoría de la historia
- Nº de páginas: 234
- ISBN: 978-84-08-24920-7
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La editorial
La Editorial Planeta, embrión de lo que es, hoy en día, el Grupo Planeta, se fundó en 1945, hace más de sesenta años. Es la editorial de prestigio con mayor influencia en el mundo de habla hispana. Anualmente convoca el Premio Planeta, el más destacado de los certámenes españoles, junto a otros de gran relevancia literaria. En cuanto a su apartado de divulgación histórica, cuenta con un apartado de libros de historia donde encontraréis obras de Mary Beard, Max Hastings, Eric Hobsbawn, Josep Fontana y, hasta incluso, Ian Kershaw.
Reseña de la obra
Mi experiencia personal con «La historia no es la que es: Es la que te cuentan» ha sido una montaña rusa de emociones. Desde el momento en el que lo sostuve entre mis manos no sabía qué esperarme. He tenido malas experiencias con portadas tan vistosas como la de su libro, que luego no han sido más que un cebo descarado para enmascarar relatos un poco turbios, y me quería curar de espanto. Ahora bien, conociendo su labor como divulgador, le di una oportunidad poniendo las expectativas bastante altas. Como no quiero adelantarme a dar conclusiones: “vamos por partes” (Jack El Destripador).
Atrevido es poco decir sobre la maquetación. En serio, J. Mauricio Restrepo es un visionario. Si algún día publico un libro, quiero que me haga la portada, ya que cuenta con un diseño tan jovial y desenfadado como el que de verdad quiere y logra transmitir el libro. De verdad, refleja personalidad y carisma en estado puro. Algo que desde luego no desentona con la personalidad de Mikel, pues derrocha glamour.
Mikel Herrán es todo un millennial. Nació en Zaragoza, en 1991, es arqueólogo y su especialidad es la arqueología árabe e islámica. Desde hace ya algunos años compagina su doctorado por la Universidad de Leicester con su labor como divulgador histórico en las redes sociales, lo cual nos dice de buenas a primeras que sabe de qué va todo esto y que, como diría un millennial intentando encajar con la Gen Z: no le falta calle.
Desde luego, se le ha comparado con varias personas, pero quizás la comparación más acertada haya sido la de llamarlo «el Contrapoints español». Personalmente, creo que apunta a ser el equivalente a Coco Channel en la divulgación histórica y el mamarracheo. De hecho, bien podríamos describirle parafraseando una frase de Channel, diciendo algo así como “solo bebe vino en dos ocasiones. Cuando hace la divulgación y cuando no”.
No obstante, bromas aparte, quizás su modo de hacer divulgación sea exótica (hay para quien esto es un punto a favor -como yo- y otros para los que no), pero lo que no se puede decir de él es que falte a la rigurosidad y a la honestidad como divulgador. Doy por seguro que también hace gran labor como arqueólogo, y le mandamos un nuestro Ki para que termine la tesis.
En cuanto a la estructura de su libro, es tan dual como los dos cuerpos de un rey para la teología medieval: una parte es más metafísica y trascendental, pero la otra es bastante terrenal y cercana. Primero, reflexiona sobre el título con el que empiezan los capítulos y se desarrolla una genial y amena explicación con carácter filosófico sin elevarse a niveles intrascendentes, lo cual se le agradece en gran manera.
Por ejemplo, en el primer capítulo («La historia… ¿es la que es?»), parte de la premisa creada por Javier Olivares para su brillante y divertido El Ministerio del Tiempo (2015) de que “La historia es la que es, no podemos cambiarla” para iniciar una brillante reflexión sobre cómo se generan las narraciones históricas y las aportaciones de las mal-llamadas ciencias auxiliares.
En la segunda parte de sus capítulos, pone los pies en la tierra con gran brillante lucidez para acercarnos una explicación multicausal y holística sobre un tema que puede relacionar con el hilo conductor que guía la reflexión inicial. Retomando el ejemplo del capítulo 1 (ya que no queremos hacer spoilers), la reflexión inicial sobre las fuentes y los usos de las mismas sirven para conectar con El caso de Pelayo y Covadonga, un tema histórico de lo más cíclico en Twitter que, si bien no intenta dar una respuesta definitiva que acabe con el debate de una vez por todas, nos deleita con un excelente planteamiento sobre las otras aristas desde las que este tema puede enfocarse pero nunca se atreven a proponer.
Desde luego, el balance entre conocimiento académico-formal y la cultura de la divulgación en redes sociales llegan a un intuitivo matrimonio en su obra. El modo en que conjuga datos y autores con memes, frases de los Simpson o heurísticos fake que rondan por las redes, demuestra su manejo sin par tanto del lenguaje académico como de un tono desenfadado necesario para comunicarse de manera amena y entretener a la vez que enseñar.
Mi capítulo favorito desde luego creo que ha sido el Capítulo 4 (La historia y el progreso), que por cierto conecta muy bien con su último vídeo (os dejo el link aquí). Lo que más me sorprendió fue el tema final: la Edad Oscura. Desde luego, una declaración de lo más lúcida sobre cómo dos siglos después de la Ilustración seguimos viendo la Edad Media bajo el prisma que nos inculcaron unos señores con peluca blanca, es decir, que abordamos el medievo como una época oscura cuando, como también sucede en nuestro presente, los matices son muy importantes.
En resumidas cuentas, aunque es cierto que, en ciertas reflexiones a lo largo de sus capítulos, me hubiera gustado que se entretuviera más en explicarse, tampoco se lo puedo tener en cuenta porque el saldo medio de bromas, chanzas y referencias bibliográficas es bastante satisfactorio. Por lo general, su libro es de lo más recomendable para todo aquel que quiera introducirse en la teoría sobre la historia, pero también para cualquier aficionado amateur de la historia o, simplemente, las humanidades. A fin de cuentas, la historia no es la que te cuentan, sino que debería de ser como te la cuenta PutoMikel.
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